Una encuesta realizada recientemente por Hinterlaces, una conocida y en general fiable
agencia de encuestas venezolana, demostró que los venezolanos, en amplia mayoría, se oponen
a las soluciones neoliberales para resolver la crisis de su país. La encuesta se basa en 1.200
entrevistas realizadas en el país, desde 11-17 enero.
La encuesta cuenta con un nivel de precisión de 95% y un margen de error 2.7%.
Hinterlaces centró su encuesta en problemas económicos claves (y difíciles), para conocer la posición de los venezolanos con respecto a la situación política interna. Esto es particularmente relevante después de la abrumadora victoria electoral alcanzada por
la oposición derechista en las elecciones para la Asamblea Nacional el 6 de diciembre.
La encuesta sugiere que principalmente la gente esta descontenta con los problemas económicos provocados en gran parte por los estragos de la oposición de derecha en la “guerra económica”, con la finalidad de reducir el apoyo a Nicolás Maduro, el cual fue un factor crucial en la derrota del gobierno en diciembre, no el apoyo a las políticas neoliberales.
La encuesta muestra que una inmensa mayoría de la población (79%) está a favor de los objetivos del gobierno - la planificación económica y el trabajo junto con algunas empresas dentro de un marco general socialista. Ellos no se oponen a que el gobierno trabaje con corporaciones multinacionales, siempre y cuando dichas empresas no establezcan las reglas del juego.
Por otra parte, la mayoría de los venezolanos también apoyaría las drásticas decisions económicas, tales como el aumento de los precios de los medicamentos, los product agrícolas, la gasolina e incluso devaluación de la moneda.
Los venezolanos también se oponen abrumadoramente (por cerca de tres cuartas partes) la privatización de la petrolera estatal PDVSA, de la empresa estatal de electricidad Corpoelec y la estatal de telecomunicaciones Cantv empresa. Cabe inferir que una
proporción abrumadora de la población de Venezuela se opone a la privatización de la
salud, educación y otros servicios estatales claves.
Esto es significativo porque inmediatamente después de la victoria electoral de la oposición
a la Asamblea Nacional, los principales líderes de los partidos tanto en el mundo empresarial
y de la derecha, anunciaron su intención de ampliar las privatizaciones.
Fedecámaras, equivalente de la CBI de Venezuela incluso exigió la abolición de la Ley
del Trabajo. Esta es la punta del iceberg del programa neoliberal completo de la derecha
venezolana.
Sin embargo la encuesta, no mide completamente los puntos de vista sobre
políticas económicas globales de la derecha de Venezuela, debido a que su programa
económico es su secreto mejor guardado. Durante la campaña electoral previa a las
elecciones del 6 de diciembre, la derecha trató de capitalizar políticamente las enormes
dificultades que el gobierno ha sufrido como consecuencias perjudicial de la guerra
económica. Henry Ramos Allup, ahora Presidente de la Asamblea Nacional, se
comprometió a eliminar las colas, pero nunca dijo cómo iba a lograrlo.
Desde diciembre Allup ha también prometidodeshacerse del gobierno de Maduro en seis meses. Él ha estado tratando de expulsar al gobierno durante 17 años y siente que nunca ha estado más cerca de su objetivo.
La derecha, incluyendo los EE.UU., esta muy interesada en que los planes de Maduro
para avanzar hacia una economía productiva fallen. Es por esto que el decreto de Maduro
el cual declara al país en estado de emergencia económica fue rechazada por la mayoría
derechista en la Asamblea Nacional.
Así, mientras que la derecha busca crear una crisis constitucional que conduzca a la
parálisis del país, el gobierno y la gente en toda Venezuela se están movilizando con el fin de
pasar de la economía basada en los ingresos del petróleo venezolano a la de tipo productivo.
Con este fin, Maduro está tratando de reorientar la política económica hacia el desarrollo de nueve áreas: petróleo, petroquímica, agricultura y producción de alimentos, la minería, las telecomunicaciones y la informática, insumos para la construcción y las obras públicas,
la industria manufacturera de consumo y bienes de capital por parte del ejército, el turismo, y la industria manufacturera. La intención declarada es reducir drásticamente la dependencia del petróleo del país y reducir lo más posible la importación, tanto de productos manufacturados y como agrícolas, estimulando la producción nacional.
Maduro quiere que Venezuela sea capaz de establecer una moneda fuerte a través de la
creación de nuevas y diversas exportaciones. Esta es una tarea difícil, pero de hecho, puede
ser posible ya que Venezuela tiene el potencial para desarrollar las nueve industrias. También
es urgente debido al colapso casi total de los precios del petróleo.
*Titulo original “Venezuelans Back Maduro’s Vision of a Socialist Future”
*Francisco Domínguez es el secretario de la Campaña de Solidaridad con Venezuela en
Gran Bretaña
http://www.venezuelasolidarity.co.uk
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