En los últimos meses, el caso del
agua tóxica de Flint (Michigan) ha
sido cubierto por distintos medios de
comunicación y ha captado la atención
de todo el mundo.
El tema del agua tóxica está ahora en el
centro de atención, y se ha transformado
en un tema recurrente, el cual aparece en
la televisión, en la radio, en los periódicos
y en nuestras conversaciones diarias.
Sin embargo, la
tragedia del agua
potable en Flint,
no representa un
incidente aislado.
Se han registrado
un sinnúmero de
desastres a causa
del agua potable
tóxica alrededor de
todo el mundo. La
mayoría de ellos
no son reportados
al público por
los medios de
comunicación.
A grandes rasgos el
problema del agua
de grifo toxica
puede deberse
a diferentes
causas: (i)
administraciones
gubernamentales
negligentes, (ii)
contaminación
de los recursos
hídricos, y
(iii) sanciones
en contra de
determinados
países con el fin
de sabotear sus
sistemas de agua.
En este artículo se expondrán algunos
de los casos más emblemáticos de
agua potable tóxica en el mundo. Los
antecedentes que se presentarán a
continuación no son historias de ficción
con el fin de sostener una posición, son
hechos concretos que nos muestran la
inmoralidad de este toxico sistema.
1. San José, Louisiana, Estados Unidos
(2016)
En esta ciudad como en Flint, la mayoría
de la población es afroamericana
(alrededor de un 60%), y al menos un
40% de la ciudad vive bajo el umbral
de la pobreza. El agua potable en esta
ciudad ha mantenido altos niveles de
hierro por más de 10 años. La calidad
del agua no es óptima y su color marrón
hace que sea desagradable y poco
atractiva para su consumo. De acuerdo
con las autoridades beber esta agua no
representa ningún riesgo para la salud,
sin embargo las autoridades declararon
no estar dispuestas a beberla.
Los habitantes de San José se sienten
muy frustrados por la negligencia de su
gobierno respecto a esta situación y creen
que los funcionarios habrían actuado
más rápido si los residentes de la ciudad
fuesen blancos o ricos. Flint, San José y las
comunidades afroamericanos a lo largo
de Estados Unidos acusan estar sufriendo
de un “racismo medio ambiental”, en cuál
el derecho a agua potable limpia, segura
y no toxica se le niega a los pobres y a los
afroamericanos.
2. Walkerton, Ontario, Canadá (2000)
El caso del agua tóxica de Walkerton
representa una de las más graves
intoxicaciones por agua potable en la
historia de Canadá. Esto sucedió 16 años
atrás en el corazón rural del condado
de Bruce, Ontario. La comunidad
de Walkerton, con una población de
menos de 5.000 habitantes a la fecha,
vio enfermar a más de 2.300 personas y
morir a siete.
La tragedia se inició en Mayo del
2000, cuando una cepa peligrosa de
E. coli contaminó las fuentes de agua
de Walkerton debido a la escorrentía
agrícola. Un gran número de ciudadanos
de Walkerton comenzó a experimentar
diarrea con sangre, infecciones
gastrointestinales y otros síntomas
asociados a la infección por E. coli.
Con el fin de comprobar la presencia de
alguna cepa peligrosa de E.
Coli se realizaron análisis de
agua en laboratorio, los cuales
evidenciaron la contaminación
por una extraña cepa. Sin
embargo, las autoridades
negaron el resultado de los
análisis e insistieron en la
buena calidad del agua.
La investigación pública
realizada en el 2002,
comprobó el desarrollo de
prácticas inadecuadas y
fraude sistemático por parte
de los operadores de servicios
públicos. La privatización de
los análisis de agua municipal,
la ausencia de criterios de
calidad en los análisis y
la falta de herramientas
para la notificación de los
resultados contribuyeron a
la crisis. Además, el informe
de investigación reveló que,
si la Comisión de Servicios
Públicos de Walkerton
hubiese admitido antes que
el agua estaba contaminada,
posiblemente se habría podido
salvar la vida de las personas
que murieron por beber el
agua contaminada con E. Coli.
El caso de agua tóxica en Walkerton no
es una tragedia aislada. Es resultado de la
falta de regulación y del desmantelamiento
de los servicios públicos, debido a la
privatización incentivada por las políticas
neoliberales.
3. Estados unidos intencionalmente
destruye el suministro de agua de Irak
(1996)
Este despiadado ataque comenzó
cuando Estados Unidos bombardeó
deliberadamente el sistema de agua
potable de Irak durante la Guerra del Golfo.
Sin embargo, después de la
guerra, sucesivos ataques se llevaron a
cabo en contra de los iraquíes. Estados
Unidos promovió sanciones en contra
Irak, las cuales fueron adoptadas por
las Naciones Unidas, producto de esas
sanciones económicas, Irak sufrió la falta
de productos químicos de purificación,
cloradores, bombas de dosificación
química, tanques de agua y otros
materiales necesarios para la purificación
del agua. Esto incapacito al gobierno
iraquí de garantizar agua potable, y sigue
afectando al sistema de agua potable
incluso hoy.
Estados Unidos sabía el costo que pagarían
los civiles iraquíes, en su mayoría niños, y
siguió adelante. Diferentes documentos
han sido desclasificados y los que
incluyen información que confirma que
Estados Unidos de manera deliberada
destruyo el sistema de agua iraquí en
pleno conocimiento de los costos para la
población civil. Uno de los documentos,
el del 22 de Enero, 1991 llamado “Irak,
vulnerabilidades en el tratamiento de
Agua “ predice lo que pasaría cuando el
gobierno iraquí no pudiese tener todo
lo necesario para purificar el agua. El
documento también sugiere la aparición
de epidemias y brotes de enfermedades
debido a los contaminantes y las bacterias
que existen en el agua no purificada, y
reconoce que la falta de agua potable
afectara la producción de alimentos y
medicinas.
Otros documentos discuten acerca
de cómo los brotes de enfermedades
afectarán la vida de los niños en Irak,
así como el desarrollo de una lucha
estratégica propagandística en la cual se
culpa a Saddam Hussein por la falta de
agua potable en Irak.
Todo esto constituye una violación
directa de la Convención de Ginebra,
que establece que “Se prohíbe atacar,
destruir, sustraer o inutilizar los bienes
indispensables para la supervivencia de la
población civil”
La sanción genocida mató a alrededor
de dos millones de iraquíes, un tercio de
ellos lactantes menores de cinco años.
Nunca sabremos las muertes totales.
Sin embargo, debemos entender que la
máquina de guerra imperialista de los
Estados Unidos es capaz de destruir
y acabar con la vida de miles de civiles
inocentes, con el fin de mantener su
poder hegemónico.
4. Arica, Chile
En la ciudad de Arica, en el norte de
Chile, se ha encontrado altos niveles de
mercurio, plomo y arsénico en ríos, lagos
y aguas subterráneas que se utilizan
como fuentes de agua potable.
El problema comenzó hace 30 años,
bajo la dictadura de Pinochet, cuando
20.000 toneladas de desechos tóxicos
de fundición fueron importados desde
Suecia a Arica. La minera sueca Boliden
acordó con la empresa chilena Promel
reciclar estos residuos, sin embargo,
el proyecto nunca se llevó a cabo y los
desechos quedaron abandonados sin
protección en terrenos aledaños hasta el
año 1998.
Desde 1990, la comunidad de Arica ha
reportado altos índices de enfermedades
graves como; cáncer, abortos
involuntarios, enfermedades a la piel y
problemas respiratorios. Los exámenes
médicos mostraron niveles excesivos de
arsénico en la sangre de los residentes.
En septiembre de 2013, las
víctimas Arica presentaron
una demanda contra Boliden
Mineral, la minera sueca.
Los demandantes alegaron
que Boliden actuó con
negligencia. Boliden negó la
demanda en su totalidad y
argumentó que la autoridad
sanitaria chilena y Promel
eran los responsables de los
problemas de salud de los
ciudadanos Arica. La Corte
Suprema de Chile sostuvo
que el Estado tenía que
compensar a 365 residentes
de Arica.
Entonces, el gobierno
chileno contrató una
empresa privada de
tratamiento de residuos
para limpiar el área y purificar el agua
potable, pero diferentes informes indican
que la compañía tomó el dinero y no
hizo nada para mejorar la calidad del
agua. La empresa privada ni siquiera esta
proporcionando las normas sanitarias
mínimas en cuanto a los niveles de
arsénico en el agua potable, poniendo en
riesgo la salud de miles de ciudadanos.
Movilízate
Estas historias acerca de la toxicidad en
el agua potable son una clara muestra
de cómo el sistema capitalista no se
preocupa por el bienestar y la salud de la
población, es más no le interesa destruir
la vida de millones de personas pobres
y trabajadores con tal de maximizar su
beneficio económico.
Para la clase dominante capitalista, el
objetivo principal es generar ganancias.
Para ellos el beneficio viene antes que
el ser humano. Su negligencia criminal
genera la miseria de la población del
mundo y esta causado la destrucción de
nuestro planeta.
El problema del agua potable tóxica
está ocurriendo en diferentes lugares del
mundo, mañana puede ser que suceda
en tu ciudad también. Por esta razón,
nosotros, la clase trabajadora, los pobres
y los oprimidos debemos construir un
movimiento revolucionario capaz de
luchar por nuestros intereses y nuestros
derechos fundamentales. Necesitamos un
movimiento de masas para acabar con el
toxico sistema de producción capitalista.
Podemos ganar. Debemos seguir la lucha
y trabajar en unidad para la construcción
de un mundo mejor.
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