El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente el comunicado del Departamento de Estado en relación al atentado terrorista del 4 de agosto planificado y ejecutado desde el territorio estadounidense, así como sus cínicas acusaciones cuyo único propósito es interferir una vez más en la política interna venezolana favoreciendo al grupo político que promueve la desestabilización y la violencia en el país.
Un Estado que se jacta de luchar contra el terrorismo y que bajo esta causa lidera hoy en día no menos de 7 conflictos armados alrededor del mundo, minimiza con un comunicado parcializado, la gravedad de los hechos y levanta falsas acusaciones contra los procesos judiciales venezolanos en abierto desconocimiento de nuestras leyes.
Venezuela no es el país que ha sembrado alrededor del mundo centros ilegales de detención donde se busca extraer información a los detenidos utilizando métodos reconocidos alrededor del mundo como tortura y que cuentan con el aval de su más alta dirigencia. No fue el Presidente de Venezuela, sino Donald Trump quien aseguró públicamente que la “tortura funciona”.
Asimismo, Venezuela no es el país que recluye a inmigrantes de manera indefinida en centros de detención ni que ha llegado hasta el punto de separar a niños y niñas de sus padres, conduciéndolos no solo a traumas emocionales y a la violación sistemática de sus derechos, sino también exponiéndolos a atrocidades como el abuso sexual y hasta el consumo forzado de sustancias psicotrópicas, tal y como denunció la jueza Dolly Gee.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela está abierto e inclusive invitó al gobierno estadounidense a participar de la investigación, siempre y cuando ésta sea en un espíritu de verdadera búsqueda de la justicia y no un intento de encubrirla ni de proteger a terroristas, tal y como ha hecho en el pasado con figuras como Luis Posada Carriles, terrorista confeso, a quien nunca entregaron a las autoridades venezolanas para cumplir su debida pena. Que los políticos aliados con los intereses del gobierno estadounidense cometan delitos, no los convierte en presos políticos, sino en criminales y la justicia venezolana continuará luchando contra la impunidad para garantizar la justicia, la estabilidad y la paz en todo el territorio nacional.
El gobierno de Estados Unidos, con su criminal bloqueo en contra de nuestro país, ha demostrado en numerosas ocasiones que no se encuentra del lado del Pueblo venezolano. Es lamentable, pero no sorprende, que una vez más, teniendo la oportunidad de colocarse de lado de la justicia, Estados Unidos prefiera permanecer del lado de la violencia y de las salidas anticonstitucionales. El Pueblo venezolano, a pesar de los ataques e intentos injerencistas, así como lo hizo durante la convocatoria constituyente de 2017, continua su rumbo decidido hacia la paz, el progreso y la justicia social junto al Gobierno Bolivariano, en defensa de nuestra soberanía e independencia.
Caracas, 17 de agosto de 2018
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