Stephany Mazuera Vargas nació en Zarzal, Valle del Cauca, Colombia, Stephany fue miembro de Amigos de Cuba (Cali-Colombia). Desde 2007, estudió en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en La Habana, Cuba y en la facultad Ernesto Che Guevara en Pinar del Río, Cuba. A partir de 2014, trabajó como médico de urgencias en Colombia y se mudó a Vancouver en 2017.
Stephany hizo los siguientes comentarios en el Vancouver Premier del documental: “Cubanas, Mujeres en revolución” como parte de la 8ª Conferencia Internacional Che Guevara.
El documental fue dirigido por la periodista, comunicadora y documentalista Maria Torrellas y producido por Resumen Latinoamericano. La película evoca el papel continuo de las mujeres en la Revolución Cubana, tanto en la lucha guerrillera como en la construcción de la nueva sociedad cubana, a través de los testimonios de heroínas como Vilma Espín, Celia Sánchez y Haydée Santamaría, figuras fundadoras de la Revolución, y también de mujeres contemporáneas de diferentes sectores de la sociedad cubana.
Charla de Stephany Mazuera Vargas
Los que conocemos la revolución cubana porque hemos vivido en ella sabemos que esta es una revolución global. Cuando se habla de lucha de ideas, esta se refiere a las ideas de todos: mujeres, hombres, niños, ancianos, personas LGBT, discapacitados.
Sabemos también que cuba es un país que trabaja a diario por defender su independencia en medio de un bloqueo económico impuesto por estados unidos desde febrero de 1962, el cual es cada vez más crudo e inhumano.
Este trabajo que se ha venido hacienda, se hace por igual, mujeres y hombres se forman en universidades con las mismas oportunidades y llenan plazas laborales según su desempeño y capacidades, por lo que no es raro ver mujeres ocupando altos cargos en diferentes áreas, a veces en proporción mayor que los hombres, como la directora del centro de genética, hay muchos ejemplos en el área científica en la que las mujeres tienen un papel preponderante así mismo en las universidades y centros culturales.
Durante mis rotaciones en distintos hospitales podía ver misma proporción de enfermeros y enfermeras, neurocirujanos hombres y mujeres, ginecologia y otras especialidades etc. lo cual en muchos países viene ligado al sexo. La mujer profesional cubana, no se deja limitar por el género.
La lucha de aquellas mujeres líderes revolucionarias apoyadas desde el comienzo por el comandante fidel se ha vuelto la lucha de todas, lo cual se ve reflejado en la actitud activa de la ciudadanía, la mujer cubana conoce sus derechos, muchas de ellas nos enseñaron a las y los estudiantes extranjeros como vencer esas diferencias y poner la educación a nuestro favor.
El sistema de salud ha desarrollado un programa maternoinfantil con una atención integral a la mujer embarazada. Yo lo pude comprobar en mis rotaciones por ginecología y medicina familiar y salí junto con el médico familiar de casa en casa examinando a las embarazadas, llenando las hojas de registro que son compiladas en consultorios, policlínicos y CDR (o los comités de defensa de la revolución).
La atención hospitalaria se organiza de tal manera que las embarazadas ya captadas como riesgo por enfermedades de base son hospitalizadas semanas antes del parto y si no llegan a presentarse el CDR las contacta.
Considero que los CDR son una idea que se ha mantenido porque funciona. Estos son centros que llevan una organización tan exacta que cada uno sabe exactamente cuántas familias, ciudadanos, ancianos, niños, mujeres embarazadas, discapacitados y pacientes con enfermedades de transmisión sexual existen, garantizando un un trato igualitario con una atención individualizada.
El papel de la mujer en la lucha para una sociedad igualitaria ha sido más activo en cuba porque la revolución siempre ha querido personas ilustradas, el nivel de cultura es elevado y cualquier persona que haya viajado y tenido una conversación con un ciudadano de a pie lo puede comprobar.
Al contrario de lo que muchas personas piensan o les hacen pensar, la isla no está aislada del resto de mundo, el acceso a la información existe y el pueblo a pesar del bloqueo económico tiene una visión realista y crítica de lo que pasa, ellos saben que aún hay muchos problemas a los que enfrentarse y la mayoria esta dispuesto a mejorarlos.
Con la entrada de esta información, del turismo, de los mismos estudiantes extranjeros, llegan muchas influencias como muchos géneros musicales que aunque gusta entre los jovenes no ayudan mucho en esta pelea contra la sexualizacion y cosificacion de la mujer en una sociedad tradicionalmente machista como lo es cuba. Pero en esto recalco el actuar de la juventud cubana.
Estando en Camagüey tuve la oportunidad de conocer a una técnica dental y a su hija estudiante de bachillerato, ella se sentaba largas horas a explicarme sobre la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba y su participación en la lucha contra el machismo y la recuperación de muchos valores éticos que se han perdido, por lo que el comandante Fidel una vez dijo “sin valores éticos no hay valores revolucionarios”.
Las mujeres de la UJC están decididas a mantener el ideal socialista de humanidad y dignidad y odos estos principios se quedaron conmigo y sé que en gran parte de los médicos graduados de cuba también.
Las ideas de una revolución humana y solidaria hacen parte de los médicos que hacemos parte del ejército de las batas blancas y por tanto nosotros también nos mantenemos de pie en la lucha, ya sea desde el consultorio medico dandole un trato digno al paciente o desde cualquier otro ámbito en el que tengamos que salir a defender la que también es nuestra revolución.
Una parte de mi se quedo en la isla y yo me quedé no solo con mi grado de médico sino con una formación humana única por la que estaré agradecida eternamente.
Gracias Fidel, gracias revolución cubana, gracias pueblo de Cuba.
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