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      Desestabilización latinoamericana de la derecha a lo largo del continente:
      No es tan solo Venezuela


      By Francisco Dominguez*

      La desestabilización en curso en contra de Venezuela liderada por los EE.UU. se ha intensificado recientemente y propagado a otros países de la región.

      El objetivo es el mismo: dar rienda suelta a la violencia, para así fomentar un contexto de ingobernabilidad, crisis política y caos económico que con lleve a derrocar a gobiernos elegidos democráticamente - al igual que como sucedió en Chile contra el presidente Allende en 1973 cuando el general Pinochet llegó al poder a través de un golpe de estado respaldado por los Estados Unidos.

      Su naturaleza ha sido acertadamente descrita como "restauración conservadora" por el presidente de Ecuador Rafael Correa. Estas fuerzas además cuentan con un solido apoyo financiero proveniente de las corrientes conservadoras nacionales e internacionales, principalmente de organismos oficiales de Estados Unidos como la “National Endowment for Democracy “ (NED) y USAID.

      Actualmente se encuentran en curso planes de desestabilización en contra de Venezuela, Ecuador, El Salvador, Argentina, Nicaragua, Brasil, Bolivia, Cuba y el Caribe - nos enfocaremos en algunos ellos.

      Venezuela, desde el fallecimiento de Hugo Chávez, ha sido blanco de lo que los movimientos progresistas denominan una "guerra económica", la cual ha distorsionado su economía por medio de una escasez inducida de alimentos y otros artículos básicos de primera necesidad, el contrabando a gran escala, y la especulación monetaria. Del mismo modo que en el Chile de Allende, el objetivo que tiene es afectar con la escasez a los pobres y así erosionar la base electoral del gobierno, con el fin, en este caso, de ganar las próximas elecciones parlamentarias a realizarse el 6 de diciembre del 2015, y sucesivamente derrocar al Gobierno constitucional del país. La desestabilización derechista también ha participado en el sabotaje terrorista del sistema eléctrico y en actividades paramilitares criminales. Todo parece apuntar a que la Derecha no reconocerá los resultados si son desfavorables para ellos y podrían embarcarse en una onda de violencia.

      Los EE.UU., la NED y el Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM) apoyan y financian los esfuerzos de la derecha. Voceros del gobierno de Estados Unidos, entre ellos Barack Obama y John Kerry han acusado falsamente al gobierno de Maduro de dictatorial, con Obama emitiendo un Decreto que declara a "Venezuela una amenaza para la seguridad nacional [ de Estados Unidos] ". El jefe de EE.UU, SOUTHCOM, el general John Kelly, ha participado “voluntariamente” en una entrevista en el canal de noticias CNN Español anunciando que Venezuela está a punto de "implosionar" por lo cual podría necesitar de una acción militar de EE.UU.

      En Brasil, el Partido de los Trabajadores obtuvo una victoria decisiva en el 2014 con la reelección de Dilma Rousseff como presidenta, quien fue reelecta a pesar de la severa recesión mundial que afectó duramente al país. La Derecha Brasilera tras su derrota electoral ha intentado hacer el país ingobernable tanto para destituir a Dilma, y comp para obstaculizar la presentación de Lula como candidato para las elecciones 2018. En las protestas callejeras algunos sectores de la derecha Brasilera han incluso solicitado una dictadura militar.

      A pesar de que recientemente la comisión parlamentaria exculpo a Dilma y Lula de cualquier fechoría en el escándalo financiero Petrobras (petrolera brasileña), el PSDB - principal partido de la derecha - y sus aliados continúan sus esfuerzos para destituir a Dilma. Al igual que en otras partes del continente la derecha está tratando de conseguir inconstitucionalmente lo que no ha podido obtener en las votaciones. Sus frenéticos esfuerzos sólo revelan su miedo a la elección 2018.

      Contemporáneamente, José Serra, candidato a la presidencia por el PSDB 2010, ha presentado un proyecto de ley para privatizar Petrobras, la petrolera estatal del país. Siendo este el verdadero objetivo tras la campaña de la derecha para derrocar al gobierno democráticamente electo y legítimo de Dilma Rousseff. Brasil posee la segunda reserva más grande de petróleo en América del Sur, por lo tanto, la privatización de Petrobras es de estratégica importancia para los Estados Unidos. El obstáculo para su completa privatización es el gobierno del Partido de los Trabajadores.

      Mientras tanto en Ecuador el 13 de agosto de 2015, se llevó a cabo una ola de violencia callejera, la cual incluyo el bloqueo de carreteras y autopistas, esta fue organizada por la oposición oligárquica, destinada a derrocar el gobierno democráticamente electo de Rafael Correa. La Derecha Ecuatoriana ha ya intentado - y casi logrado - derrocar al presidente Correa en forma violenta mediante un golpe de Estado en septiembre del 2010.

      Lo que ha llevado esta vez a la actual ola de protestas violentas, es el impuesto al Patrimonio propuesto por el gobierno, el cual afectaría al 1% de los perceptores de ingresos más ricos del país.

      El gobierno ha retirado momentáneamente la propuesta y ha desafiado a la Derecha a un debate nacional sobre esta. La Derecha, carente de argumentos, se opone ciegamente a ella y está empeñada en derrocar ilegalmente al gobierno. Como es bien sabido, el gobierno de Correa además enfrenta la presión implacable de la gigante petrolera Chevron en un desafío legal que podría dejar al país en bancarrota si tiene éxito. Tanto Venezuela como y el resto de la región el gobierno progresista de Ecuador a sido sujeto de desestabilización interna y externa. La oposición de Ecuador está siendo también vigorosamente financiada y apoyada por agencias estadounidenses.

      Los desestabilizadores también cuentan con el apoyo activo de gran parte de los medios internacionales de comunicación y la mayoría de los medios de comunicación a nivel interno (domésticos) son controlados por la derecha, quienes publican incansablemente informes negativos, tergiversan, distorsionan las noticias y entregan falsos positivos con el claro objetivo de aislar y minimizar apoyo solidario a los gobiernos progresistas. En una respuesta coordinada, la Alianza Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA) en una reunión de su Consejo Político, denunció "los planes renovados implementados por el capitalismo transnacional global y el imperialismo, los cuales por medio de estrategias de guerra no convencionales, intentan desestabilizar y derrocar a los gobiernos progresistas democráticamente electos en la región ".

      *Francisco Domínguez es el secretario de la Campaña de Solidaridad con Venezuela en Gran Bretaña
      www.venezuelasolidarity.co.uk





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