Recientemente, en el parlamento ha sido presentado el proyecto de ley C-51 el cual lleva el titulo de “Poderes investigativos para el siglo 21”. Tal proyecto transformará a Canadá en un estado policial, ampliado considerablemente las facultades del servicio Canadiense de Seguridad e Inteligencia (CSIS) entre otros entes gubernamentales. Con el C-51 será posible reducir la cantidad de pruebas necesarias para lograr la detención y arresto de ciudadanos, violando directamente los actuales derechos legales; aumentará también los procesos judiciales secretos y expandirá arbitrariamente listas como las “No-fly lists” (lista de ciudadanos con restricción a viajar en avión).
A pesar de la clara restricción a los derechos civiles, el discurso del gobierno argumenta que esta ley será usada solamente para combatir el “yihadismo violento” en supuesta “guerra” contra Canadá. Sin embargo que aceptemos este discurso sería un gran error, ya que este proyecto está dirigido contra cada uno de nosotros y seremos víctimas de éste.
Es sabido que desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 a los Estados Unidos, el gobierno canadiense ha librado una continua y creciente lucha contra la población musulmana, promoviendo racismo e islam-fobia. Esta es la única manera que han encontrado para poder justificar el injustificable derroche de vidas y dinero, producto de su participación en guerras como las de Afganistán, Irak, Libia y Mali. Pero no sólo buscan justificar la guerra contra la población islámica, también han usado convenientemente este discurso racista para pelear la guerra contra los ciudadanos canadienses, reduciendo las libertades civiles en Canadá, comenzando con la ya estigmatizada comunidad musulmana. Un ejemplo de esto son:
- El uso de “certificados de seguridad” para detener indefinidamente a residentes no-ciudadanos sin necesidad alguna de presentar cargos, usando pruebas secretas en un proceso cuasi judicial. Basta decir que desde el 11-09-2001, cinco residentes musulmanes permanecen arrestados sin cargos conocidos ni debido proceso judicial. Hassan Amrei, Adil Charkaoui, Mohamed Harkat, Mahmoud Jaballah y Mahammad Zeki Mahjou llevan más de una década encarcelados, sin haber sido ninguno condenado por delito alguno.
- En Agosto del 2014, se usó el argumento de que se había descubierto una “célula durmiente” de Al-Qaeda, para poder así arrestar a 24 estudiantes musulmanes en Toronto. Cabe destacar que fue la RCMP en realizar estos ataques en conjunto con el Departamento de Ciudadanía e Inmigración de Canadá (CIC), y que todas las acusaciones de terrorismo contra los detenidos fueron retiradas dos semanas después. Los 24 hombres estuvieron presos en una cárcel de máxima seguridad fuera de Toronto de dos a cinco meses.
- El gobierno canadiense ha permitido al Instituto de Seguridad de Comunicaciones de Canadá (CSEC), el espiar correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas telefónicas, cada vez que se esté comunicando con una persona fuera de Canadá. Por tal motivo, la Asociación de Libertades Civiles de B.C. se encuentra actualmente demandando al gobierno.
El proyecto C-51 no es un proyecto aislado, es claramente parte de un plan en curso para convertir a Canadá en un estado policial contra ciudadanos como todos nosotros. Sin embargo, esta vez el plan del gobierno ha ido muy lejos. Tan lejos ha ido que hasta incluso el periódico conservador “National Post” público una editorial bastante critica al respecto: “A los canadienses se les ha dado muy poca información para poder decidir si la amenaza justifica las medidas propuestas por el proyecto de ley C-51. Esto es muy importante considerando que el C-51, prohíbe el “promover” y “proponer” el terrorismo, sin definir claramente estos términos”.
El gobierno canadiense está atacando a los musulmanes, inmigrantes y refugiados, y creando espacios para criminalizar las opiniones discrepantes. Existe también otro importante elemento a considerar: El esfuerzo por dividir a los trabajadores, entre blancos "canadienses" y no blancos, inmigrantes y refugiados, en un esfuerzo global para reducir los salarios.
Los “no blancos” que viven en Canadá han pasado de ser un 5% de la población en 1980 al 16,2% en 2006, y se estima que esta cifra alcanzará un 32% el año 2030. De acuerdo con el Centro Canadiense de Políticas Alternativas (CCPA), estos trabajadores ganan en media $ 0.82 menos por cada dólar que un trabajador blanco gana. Las mujeres “no blancas” ganan solo $0.556 por cada dólar ganado por un trabajador blancos.
También, como hemos informado anteriormente “In Fire This Time” el gobierno canadiense cambió la Ley de Trabajadores Temporales Extranjeros para permitir que los empleadores paguen a los trabajadores migrantes más calificados 15% menos, respecto a las tasas de salario prevalentes, y los empleadores están capacitados para acelerar el proceso de obtención de visas sus trabajadores temporales extranjeros, reduciendo el tiempo de 12 a 14 semanas a sólo 10 días. En la actualidad hay más de 300.000 trabajadores temporales extranjeros en Canadá, representando el triple respecto a una década atrás.
Esto se utiliza para tratar de crear un clima de racismo y división el cual es beneficioso para el gobierno canadiense y sus amigos de negocios, Los cuales impulsan la reducción de salarios de todo el mundo, especialmente a los trabajadores mejor pagados ', para maximizar ganancias y así sobrevivir a la actual crisis económica mundial.
Alto a la guerra dentro y fuera del país!
El gobierno canadiense pasó a la ofensiva con la introducción del proyecto de ley C-51.
Sin embargo, se puede condenar tanto el ataque de Ottawa, como las políticas del gobierno de Canadá, las cuales han terminado con la vida de decenas de miles de personas en Afganistán y otros lugares, además de generar un sombrío panorama para el país. El proyecto de ley C-51 no guarda ninguna relación con la lucha contra el terrorismo. Si no mas bien se relaciona con la restricción de nuestros derechos, silenciar los disidentes y la creación de divisiones. La unidad de todos los pobres y trabajadores, sin distinción de raza, sexo o religión, es crucial para la defensa de nuestras vidas y subsistencia, en casa y en el extranjero, contra los ataques del gobierno canadiense.
Tira a la basura el proyecto de ley C-51!
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